martes, 7 de julio de 2009

... a echar raíces.

La entrada pasada (antes de la tortuga...) describí un poco el cuerpo de las orquideas, cómo son sus tallos y sus hojas, y sobra decir que esas estructuras son las que ayudan a la planta a nutrirse gracias al proceso conocido como FOTOSÍNTESIS... ¿Son los únicos órganos de los que se valen las orquídeas para fabricar su alimento? ¿Son acaso estas estructuras las que tienen la exclusividad a la hora de transformar la luz en azúcares? pues nada de eso....

Resulta que si vemos con cuidado a las orquideas, descubriremos que todas y cáda una de sus partes está adaptada para aprovechar al máximo cualquier indicio de luz... En el caso de las orquideas epífitas (que viven sobre otras plantas, como árboles y arbustos) las raices han desarrollado la capacidad de producir clorofila y por lo tanto, aprovechan tabién la energía solar para ayudarse a vivir. Esto es más evidente en raices nuevas:


Raices creciendo de un nuevo brote de Oncidium sp.

El ápice (punta) de cada raicita nueva es verde, y la razón principal es la de poder producir suficiente alimento gracias a que la clorofila que existe en los tejidos de cada raiz, sirve para generar alimento, mientras que las reservas de azúcares que está almacenadas en los bulbos serán utilizados en el crecimiento del brote nuevo y no en la producción de raices. Quien haya dicho que las plantas no son previsoras, estaba muy equivocado!


Algo que resulta interesante de las raices de las orquideas es evidente en la foto anterior... ¿Qué es esa cosa blanca que tiene la raiz? Esa cosa blanca se llama velamen, su consistencia es esponjosa y envuelve a la raiz. La razón de que exista ésta capa protectora es muy simple e interesante de contar :o)

Debemos tomar en cuenta dónde viven las orquideas que normalmente llegan a nuestras casas... Prácticamente todas son especies o híbridos de especies que viven de manera salvaje creciendo en ramas de árboles en los bosques lluviosos de todo el mundo, es decir; es complicado para ellas conseguir alimento a esas alturas a veces tan descabelladas. Por tal motivo, en algún momento de la evolución de ésta familia de plantas se juntaron los factores necesarios para que se asociaran con ciertos hongos, llamados MICORRHIZAS (del griego mykós, hongo; y rhizós, raiz), que encontraron un buen hogar en las raices de las orquídeas, y que como parte de sus procesos vitales, al descomponer la materia orgánica a su alrededor le facilitan a la orquídea la obtención de nutrientes, es decir, actúan como una extensión de las propias raices de la planta.

Ésta capa que en un principio es blanquecina y se va tornando parduzca conforme la raiz va madurando, nos permite saber acerca de la salud de nuestras plantas, ya que cuando una planta está sana producirá raices largas y fuertes. Algunas veces sabremos cuantas raices de nuestra orquídea están vivas y absorviendo agua y nutrientes, pues cuando éstas llegan a entrar en contacto con agua o están en un ambiente húmedo, su color cambia del blanco al verde; lo que no ocurre con las raices viejas y que han muerto.


Rices inactivas en un Rossioglossum insleayi


Raices activas en un híbrido de Cattleya
Evidentemente las raices ayudan tambien a la planta a sostenerse de las ramas de los árboles y contrario a lo que se ha manejado durante muchísimos años: Las orquídeas no son plantas parásitas, solo se sostienen de otras mas grandes y de las que aprovechan sus desechos (hojas muertas, cortezas desprendidas, flores y frutos descomponiéndose) con ayuda de los hongos que viven en sus raices :o)

Ojalá que está entrada les ayude a entender un poco mas acerca de la vida de estas plantas, ya que con cada nuevo dato que aprendemos, más fácil es cuidarlas en casa.

Feliz cultivo!!

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